Al día siguiente de la "Private Shopping Night" que organizamos junto con Hugo Boss en la tienda del Pº de Grácia en Barcelona; un divertido cocktail amenizado con DJs y culminado con el regalo, entre otras cosas, de un precioso bolso que no me he quitado en todo el fin de semana, Boss fue nuestro anfitrión en el famoso circuito de Montmeló, el lugar donde querían estar todos el domingo pero que más bien estaba en casa de todos.
Podríamos decir con bastante seguridad que, junto con De la Rosa, eramos los únicos españoles que ese día no íbamos con el equipo rojo.
Los cocineros preparando el ágape mientras se cerraban las apuestas.
Con este servicio podéis imaginaros el menú... rico, rico.
La experiencia de bajar a la pista, aún sin bólido, era pura adrenalina.
¿Perdona, decías algo? brumbrumbrummmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Disfrutando de un día en las carreras.
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