París era una piscina, y no la de Jacques Deray con Alain Delon, sino la de Kris van Assche para Dior Homme, el cuál no sólo ha sido visionario creando la mejor colección desde que Heidi Slimane dejó la casa en el 2007, sino que eligió como escenario la sala Marcel Cerdán del POPB (Palace Omnisports Paris Bercy), o para ser más claros, otra piscina.
El show fue perfecto. La puesta en escena, hasta 4 modelos a la vez en la pasarela, no sabías donde mirar, pero mirases lo que mirases te gustaba. La cuatricomía de negro, blanco, beige y gris con la música, como una película muda sin texto, looks monocromáticos al 99%, la caída de los tejidos, las fibras, el grosor, el corte, Karl Lagerfeld, Mario Testino... Todos disfrutamos del renacer de una de las casas de moda que más ha aportado al panorama masculino en los últimos tiempos y que echábamos de menos.
Se ve que Kris es seguidor de Martin Margiela, que presentó verano en la misma sala. Bien hecho, que tus referentes sean grandes, que así tu también lo serás.
Nos gusta el invierno de superposiciones que nos ofrece.
Por fin ha desistido de las botas deportivas blancas... contábamos los días.
Le encontramos en todos los desfiles de Dior Homme...
¿para cuándo vuestra propia línea de hombre?
Lo estamos esperando.
(por Berta Álvarez)
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